El abogado explicó de forma comprensible la diferencia entre las distintas figuras delictivas: agresión sexual genérica, violación y abuso.
Comentó que es frecuente que la víctime se autoculpabilice, con miedo a contarlo o denunciarlo, y recordó un principio elemental: “No hay nada que justifique la actuación de un agresor sexual: ni la conducta de la agredida, ni la forma de vestir, ni si ha bebido o no, ni su estilo de vida…, absolutamente nada”. “Todos los hombres bromeamos sobre lo difícil que es entender a las mujeres, pero en esto no cabe frivolizar, no hay otra interpretación posible: cuando una mujer, en el terreno de la libertad sexual, dice ‘no’, quiere decir ‘no’.” Y, además, haya sido cual haya sido su comportamiento previo, “lo puede decir en cualquier momento”.
Éste es el audio íntegro del espacio: