Publicado en Confilegal, 01.05.2017
DEMASIADOS DESPACHOS PARA LA MISMA TARTA DE SERVICIOS JURÍDICOS
Luis Javier Sánchez
No podíamos dejar de pasar la oportunidad en este 1 de mayo para analizar cuál es la situación de nuestra abogacía. Más de 150.000 abogados ejercen en España y otros 100.000 son colegiados no ejercientes. Del primer total, según señalaba el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), el 71 por ciento ocupa despachos unipersonales.
Según los expertos encuestados en este “Especial Día del Trabajo”, al igual que nuestras pymes, nuestros despachos tendrán que ser más grandes y tender a la especialización. En este terreno la tecnología hará que los bufetes sean eficientes y más rentables.
Para Martín Godino, socio director de Sagardoy Abogados, hablar de la abogacía como profesión es un asunto complejo. “La abogacía sigue siendo una profesión de artesanos, cada caso rompe el molde del anterior y hay que volver a empezar a construir. Y a la vez, la relación con el cliente es tan especial, tan relevante, que no es fácil encajonarla en normas que la pretendan limitar o restringir la libertad del abogado de hacer lo debido en defensa de aquel”.
Para este profesional, también presidente de la Asociación Española de Abogados Laboralistas (ASNALA), “por tanto no creo en nuevas normas, aunque sí en la necesidad, que ha existido siempre, de adaptarse al entorno. Y el entorno ahora es máxima competitividad, capacidad de entender una realidad cada vez más compleja y convivencia con una tecnología que cubre espacios enormes que antes requerían de dedicación y tiempo para los abogados”.
Carlos J. Galán, socio director de Alberche Abogados reconoce que “sin duda hay abogados sometidos a un régimen de precariedad laboral y de abusos. Nuestra profesión no es una excepción y esta realidad es tan negativa como en el resto de sectores. Pero, además, creo que en la abogacía debería perseguirse el fraude de los falsos autónomos y de los pseudosocios sometidos realmente a régimen laboral, realidad esta última a la que abrieron la puerta las deficiencias del Real Decreto 1331/2006 que reguló la relación especial”.
Para este jurista, presidente de la sección de Derecho Laboral del ICAM, al mismo tiempo “a veces por un mal entendido corporativismo no se señalan desde la abogacía estas situaciones, cuando tan compañeros son los propietarios de los despachos como los miles de abogados que están sometidos a estas prácticas irregulares. Denunciarlo también es trabajar por una profesión que ha de cumplir su importante función social en condiciones de independencia y de dignidad”.
Según Fernando Vizcaíno de Sas, socio director del área laboral de Jiménez de Parga Abogados “es evidente que estos años de crisis han sido muy duros para muchos compañeros abogados. Es posible que el mercado sufra una sobre saturación de oferta y toda muy parecida. Hay demasiados abogados y demasiados despachos”. En su opinión cuando empieza a escasear el trabajo comienzan los problemas.
Y pone como ejemplo el área laboral que él conoce mejor que nadie “en estos últimos años ha habido mucho trabajo, eso hizo que surgieran más despachos y las áreas de derecho laboral de muchos bufetes se reforzaran. Ahora que todo se ha estabilizado, llegan los problemas porque somos demasiados abogados en ésta y en cualquier otra práctica jurídica”.
Vizcaíno de Sas recuerda que cuando se inició en la profesión de abogado “me especialicé en temas bancarios desde su vertiente laboral. En aquel momento había una amplia oferta tanto de bancos nacionales como de extranjeros. Es posible que también una decena de bufete de abogados. Ahora los actores bancarios se han reducido, a raíz de fusiones y adquisiciones en una quincena de entidades financieras operando en España. Sin embargo, a nivel de despachos de abogados se ha multiplicado por cuatro la oferta de servicios. No hay mercado para todos“.
En opinión de Iván López García de la Riva, socio director del área laboral de Abdon Pedrajas & Molero, la situación de los abogados españoles es mejorable “pero creo que debemos partir de las altas exigencias de dedicación y formación que la profesión requiere. Tampoco debemos olvidar su especial naturaleza, pues tanto se ejerza por cuenta propia como ajena, el letrado debe conservar un alto grado de independencia y disponibilidad. Estas circunstancias hacen que los Despachos estemos realizando especiales esfuerzos para conciliar las necesidades del despacho colectivo y las condiciones de trabajo de los letrado. Creo que, aunque poco a poco, vamos consiguiendo buenos resultados”.
Los expertos con los que Confilegal ha preparado este “Especial Día del Trabajo” coinciden en señalar en que el futuro pasa por una concentración de firmas legales. Al igual que pasa con nuestras pymes, la gran mayoría de los despachos de abogados son muy pequeños y necesitan de un tamaño adecuado para ser competitivo.
Esta cuestión del tamaño de los despachos se abordó recientemente en el II Congreso de la Abogacía Madrileña donde se insistió en la necesidad de ser competitivo. Se prevé por tanto, a corto y medio plazo, fusiones de despachos para que ganen tamaño y más especialización de los abogados para así ofrecer su valor añadido al cliente.